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lunes, 30 de diciembre de 2024

Día de contratiempos día de sorpresas

Volvemos más y mejor a la sierra de Villares por navidad, a ver que sorpresas nos trae, llegamos y nos dicen que para atrás que hay montería...

Es broma jeje.

Que pasa chavales, como va todo?, como ya he mencionado el pasado 29 de diciembre regresábamos a villares aprovechando el frío invierno y los buenos días que se nos han venido últimamente, y sí, había una montería, pero no por los senderos obviamente, pero si que nos avisaron para que tuviéramos precaución, aunque me imagino que no pillaron nada, porque cuando ya nos íbamos no veíamos ni un buitre y siempre que hay caza mayor los bichos necrófagos están por ahí rondando.

Bueno cositas destacables, los caminos ya van helándose por las noches, y amanecen con esta preciosa escarcha por encima que me recuerda a ese villancico que dice así:

"Esta noche nace el niño, entre la escarcha y el hielo. ¿Quién pudiera niño mío? vestirte de terciopelo..."


Escarcha en el camino.

El camino se mantuvo así hasta la fuente, donde paró y comenzó a verse el césped, la hierba y las flores renaciendo de sus cenizas como un Fénix.


Pájaro desconocido, creo que es un palustre, a ver si alguien me lo puede atinar

Seguimos andando, aquí ni la batida nos para, el camping estaba cerrado porque estaban reforestando, acción que me gusta pero que nos cortaba el paso, pero ni en broma, tiramos para adelante para hacer otro sendero, este un poco más alejado y que llega al mismo sitio.


Mitos, muchos mitos


Estuvimos un rato para encontrar el riachuelo, por suerte el programa de reforestación no había llegado a esa zona así que pudimos pasar.

No hay mucho que destacar de esta parte, sin comentar que estaba precioso, vi pasar tres aviones roqueros, cosa que me llama la atención, no esperaba ver a estas aves por aquí, pero sabiendo la variedad de golondrinas y aviones que tiene sierra morena tampoco era inesperado que crucen en invierno por aquí.

Había ya para esta hora gente, porque nosotros llegamos aquí sobre las diez de la mañana, los únicos picaos que teníamos ganas de pillar una gripe y de salir de la ropa estufa.


Musaraña arrollada en el camino, posiblemente por una bici

Esta vez, en lugar de tirar para el riachuelo que enseñamos en la entrada anterior, tiramos por el camino contrario, lo cuál nos condujo a esta pequeña senda rodeada de chopos y más pinos, preciosa porque al principio el césped estaba completamente verde y abundaban las aves paseriformes, en especial los agateadores y trepadores.



Trepador azul, (Sitta europaea)


Otro más, estamos rodeados


Carbonero común, (Parus major)


Excavación de pájaro carpintero

Bueno, pues resultó que llegamos a camino cerrado al público desconocido, así que nos dimos la vuelta y seguimos por el camino anterior, por donde da mucho más la sombra y, ofú que frío, porque está en la cara norte de la sierra.

La vegetación cambia radicalmente y aparecen plantas desconocidas para los senderistas que no se adentran en los senderos de interior.


Campanillas

Entre lo más destacable de este camino, fue el avistamiento de este, Herrerillo capuchino, el cuál ha salido de chiripa en la foto, porque la realicé sin ver nada en el pino, con la esperanza de atinar si es que había algo por allí montado, que cosas.


Herrerillo capuchino, (Lophophanes cristatus)

Cuando salíamos, ya de vuelta por el campo de golf, noté en el césped a este precioso y curioso macho de pinzón vulgar buscando insectos, pero lo curioso es que este viene con sorpresa, se trata de un ejemplar con leucismo parcial en el ala izquierda, muy difícil de ver.

Sigo diciendo que hay algo en el ambiente que está provocando la aparición de tanto leucista este año.


Pinzón vulgar con leucismo parcial en el ala izquierda


En esta imagen se nota mejor

Y bueno, ya para acabar daros la maravillosa data de que ya están aquí las orugas conocidas como procesionarias, que están creciendo en los pinos de los caminos de la sierra, esperemos que llueva bastante y se las cargue la lluvia.


Procesionaria ocupando los pinos, devuelta al año pasado jijiji.

Un saludo camperos y nos vemos en la próxima entrada.

domingo, 24 de noviembre de 2024

Parque periurbano los Villares

Así amaneció Écija, el domingo pasado a las siete de la mañana, y así como estaba, cogimos el coche y tiramos pa' la sierra.


Entre Écija se encuentran Córdoba y Sevilla, de la que tenemos un gran plantel de lugares a los que nos gusta ir para despejar la cabeza, ya a principios del año tocamos uno de ellos, el sendero del seminario en la sierra de Hornachuelos, y hoy, vamos a ver otro diferente.

Estoy hablando del parque periurbano Los Villares, que se encuentra a las afueras, bastante afueras de Córdoba, y se encuentra abierto las veinticuatro horas del día, todos los días del año.

En plena sierra Morena, se concentra este complejo arbolado, rodeado de Encinas, Alcornoques, pinos y otras plantas que cruzan sus estrechos caminos.


Una cosa que nos ha ocurrido, es que cuando llegamos, había un pedazo de mastín blanco que nos cagamos del susto que nos dio, mira que me gusta a mí el campo, pues le tengo una fobia a los perros increíble, y lo mejor de todo es que no sé porque.

Cosas de la vida...

Pero bueno, eso no nos va a detener 


Los caminos están super verdes, se nota que después del caluroso verano, el monte se ha sabido reponer, y actualmente merece la pena de visitar.


Estuvimos andando un total de diez kilómetros haciendo el recorrido que cruza la sierra y te lleva a una fuente, que después continúa hasta llegar al camping, y después ya nos metemos por donde nos da la real gana, ya no hay sendero que valga, solo bosque.

Entre sus árboles, este Arrendajo euroasiático (Garrulus glandarius).


Ahí vaaaaaaaaa!!!!!


El camino, al haber pasado más de cuatro meses sin agua, ahora, al agua que recibe, cae tan rápida que no le da tiempo a asimilarla, por lo que, en zonas como estas, el terreno se vuelve inundable.


Los riachuelos por fin llevan agua, después de casi cinco meses.


Árbol, árbol y... muchos árboles.



Acentor común, (Prunella modularis)


Llegamos a las zonas donde abunda el agua, riachuelos que pasan por caminos estrechos y sombríos, miran hacia el norte, por lo que el frío se nota.


Detalle del riachuelo.


Hongos, setas y humedad



No es una leyenda es un Mito, (Aegithalos caudatus)
esperamos que el chiste anterior no les halla producido demasiado espanto.


Pinzón vulgar, (Fringilla coelebs)


Uno nuevo para la lista, Jilguero lúgano, (Spinus spinus)

Durante el recorrido, vemos un pájaro extraño, parece un Cárabo por el vuelo redondeado y era bastante grande, pero no logro fotografiarlo.


Y más setas.


Trepador azul, (Sita europea)


Y aquí, su nido, ahora abandonado.


Rastro de rapaz nocturna, ¿Cárabo quizás?...

Eso ha sido todo por hay camperos, un saludo y hasta otra.