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sábado, 25 de octubre de 2025

Salvemos nuestro río

 Salvemos nuestro río. Este ha sido el lema que se ha alzado a modo de estandarte y cartelería en los puentes cercanos al río y a modo de lema como protesta en los noticieros locales por parte de algunos habitantes que "procuran" por nuestro bienestar.

El río Genil resulta ser, y ha resultado ser no solo un ejemplo de historia, otro pedazo más de nuestra larga y extensa evolución, sino que también se encuentra entre uno de nuestros tesoros más preciados y usados como representación de lo que somos. Si sus aguas hablasen, no sabemos que contarían, cada centímetro cúbico de ese caudal ha visto y oído mucho más de lo que nosotros como seres vivos llegaremos jamás a imaginar.

Pero en los últimos años, el río Genil se ha vuelto un espantoso escenario, presa de los cortes de agua, las sequías y lo que venimos a hablar aquí, la suciedad.

Del río Genil, hablamos siempre de la zona que cruza el parque san Pablo, en Écija. Está zona, desde hace muchos años, en tiempos incluso en los que mi madre aún era chica, ya se hablaba de la necesidad de limpiar el cauce del río que cruza el parque. Este mini puerto se ha visto siempre víctima de las inundaciones, que no han sido pocas las que hemos tenido, actualmente gracias a Dios no hemos tenido ninguna, pero cuando se deja venir la lluvia como el año pasado, corremos serio peligro por las crecidas constantes.


Pancartas colocadas en los días anteriores con el lema referido.



Y claro, esta situación no es fácil de afrontar por parte del ayuntamiento, no es por tirarme el pego, pero sé de buena mano lo complicado que nosotros mismos podemos hacer los temas que en realidad son simples de entender.

Por un lado está la postura "lógica" aquellas personas que remarcan con cautela o sin esta, que el río y su caudal, está actualmente hecho un puro asco, que se atasca, que huele, y que es un peligro inminente para el transeúnte.

Por otro lado está la postura más amena, más cercana a lo "animalista" que remarcan que no se deben de tocar ninguno de sus tramos porque son importantes para los animales que lo frecuentan y para sus zonas de cría.


Ánsar común hibridado con Oca común.

Y aquí hay que llegar evidentemente a un acuerdo por ambas partes, así que voy a explicar un par de cosas sobre ambos temas, y al final de la entrada daré una breve opinión personal sobre los hechos acontecidos.

Principalmente, por el tema de la primera postura. Aquí sin rodeos ya, el canal del río que traspasa el Parque y la corta está hecho un asquito. Está lleno de limo y fango, donde la gente baja a dar pan a los patos criollos y donde los desalmados arrojan basura en ocasiones, misma que se acumula, y forma el sustrato perfecto para el nacimiento de especies como el junco, las algas y todo tipo de insectos.

Esto genera al final un efecto en cadena que evita, sobre todo en verano, el paso certero de agua. Además las islitas creadas por el fango seco dejan charcos que se estancan y que generan criaderos de insectos molestos y peligrosos como los mosquitos. Y más tarde, por la basura y los desechos, provoca mal olor.


Garza real en el río, en su ronda de caza.


Ánades reales en vuelo al anochecer

Esto sirve a muchas especies como refugio, pero seamos sinceros, todos sabemos que a las pocas especies que se atreven a quedarse en esa zonas, es a los gorriones y ratas. Esto tiene que quedar claro, la zona donde nosotros solemos caminar nunca va a ser frecuentada como zona de cría para las especies anátidas, zancudas y viceversa, solo sirve como punto de alimentación por la cantidad de roña y lodo que hay, porque sí gente, los patos, garzas, flamencos, correlimos, chorlitejos... se ven en esas zonas porque comen, no porque crían ahí.

Todas estas especies se alimentan de seres que o bien nacen allí, o bien se alimentan allí, por consecuente provoca que nosotros las veamos allí, pero en realidad no está ni mucho menos dentro de sus expectativas como para formar un hogar.

La mayoría de anátidas no crían en las zonas cercanas al parque, solo en aquellas con tranquilidad, normalmente al alcanzar ya los caminos cercanos al puente de hierro. El resto de especies, solo crían en zonas con baja densidad de agua y sus cercanías, por lo que el hecho ya ha sido refutado.


Cigüeñuela común

Tampoco las especies como los Ruiseñores comunes, los Cetias o las Estrildas las usan, solo están de paso porque sus nidos no son en juncos sino en árboles. Y no hablemos de las (actualmente plagas) ratas, que ya han vuelto a alcanzar un estado de presencia cercano al que había antes de los años 2012-14 cuando aún se tapaban los agujeros que estas hacían en los muros del parque San Pablo.


Ruiseñor común joven


Aquí algunos ejemplos de las islitas que se forman por los desechos acumulados, y que con el tiempo aumentan su tamaño



Por ello debemos tener en cuenta, que no hacemos daño a las especies autóctonas, al contrario, les facilitamos la búsqueda de invertebrados, anfibios y peces en las aguas que sí circulan.


Además, también creo que sería conveniente mencionar el gran atasco que se encuentra por la maleza cercana al antiguo cauce del mismo río, donde el agua que antaño constaba como elemento crucial para las especies que lo usan, debido a su tranquilidad y que ahora no es capaz casi de entrar y discurrir.


Chorlitejos chicos en zonas de regadío, donde sí se les ha visto criar el año pasado 



Paloma Torcaz, especie recién llegada a la zona mencionada


Lavandera blanca alimentándose


Por lo que, ¿Cuál sería la mejor respuesta?


La mejor opinión siempre será aquella que este del lado de las dos partes. Es evidente que se requiere de una buena limpieza de las zonas fluviales de Écija porque pueden poner en peligro nuestra salud y el ecosistema, por ello deben realizarse, pero siempre bajo la mirada atenta de alguien que sepa en qué momento parar, y no acabar en casos como la poda de verano del merendero, a la cual ya le hice entrada.

También me gustaría recalcar, que como la especie dominante, (mote que nos hemos autodenominado) hemos aprendido mucho antes a evadir los problemas, en lugar de enfrentarlos. Entiendo que la acción es difícil de tratar, entiendo que se puedan tener dudas sobre que cabo tomar primero, pero eso no quita el hecho de que el atraso que hay en estas acciones, junto con otras que ya mencionamos en entradas anteriores y que mencionaremos en próximas, es descomunal.

No debería de importar nuestra procedencia, gustos, estilo de vida, ideologías, etc. Lo que debería de importar es trabajar en conjunto por la salud de todo lo que nos rodea, porque eso al final nos acabará afectando a nosotros, y ojo, esto no es moralismo, es realismo.

Considerad suscribiros si no queréis perderos ninguna entrada, que así me ayudáis a que este blog llegue a mucha más gente. Un saludo y nos vemos en una próxima entrada.


domingo, 31 de agosto de 2025

Palomas torcaces de turismo

 Resulta satisfactorio llevarse sorpresas cuando uno sale de pajareo por el pueblo, ya que aunque la fauna local sea casi en cualquier época del año la misma, no sé encuentra fuera del rango de rarezas que uno puede llegar a esperar.

Tras tres años de observación minuciosa de los parques y jardines ecijanos, uno se da cuenta de muchas cosas, pero uno de los casos que siempre me llama la atención son las palomas torcaces.

Resulta y resalta que estos bichos de gran tamaño son palomas "campestres", es decir que guardan cierta relación en sangre con sus parientes más urbanizados como las palomas domésticas, solo que a estas les falta esa chispa y picardía que el resto posee para invadir y ocupar nuevos territorios.

No es de extrañar ya ver palomas comunes en las ciudades, al contrario, se han vuelto una plaga que azota severamente el patrimonio de los lugares donde habitan, sin embargo, desde hace unos seis años aprox. se comenzó la notificación de palomas torcaces en los parques y jardines de algunos lugares dispersos por las provincias de Córdoba y Sevilla, y más tarde, en el 2023 se notificó la existencia de palomas de esta clase criando con éxito dentro de los parques San Pablo y Lourdes, así como en la corta del río y el Merendero.

La veda de torcaces es una mala época, un mes en el que tanto ellas como sus congéneres, las europeas, están en severo peligro de ser cazadas por los humanos que tratan de trincar las para hacer caldo al pichón.

Por esto, las torcaces, más listas que el hambre se movilizaron hacia el interior de las ciudades, ya que son lugares a donde los cazadores armados con escopeta no llegan, de ahí su expansión.


Hoy hemos podido capturar este ejemplar en fotografías, para que la aprecien bien.


A pesar de ser palomas son mucho más limpias que el resto de palomas domésticas, anidan solo en complejos arbolados, y su alimentación hace que solo se limiten a zonas con esa disponibilidad por lo que el riesgo de una nueva invasión queda bastante lejos, además desplazan a las palomas comunes.

Y así como ellas se adaptarían tarde o temprano, la naturaleza siempre sabia, dotó a sus mejores cazadores para que estos aprendiesen las conductas de estas aves, y entraran a las ciudades a mantenerlas a raya.

Es el caso del Águila calzada, un águila de mediano tamaño, que desde el año 2023 comenzó a adentrarse en las inmensidades del pueblo para dar caza furtiva a aquellas que se alejaron de sus antiguos puestos de vigilia matutinos.

Y así hasta el día de hoy, donde se ha dejado fotografiar mientras justo, consumía una turca bajo sus tupidas patas, a la sombra de un viejo pino seco.




Un hecho que deja mucho de lo que hablar, como un cazador se adapta a su presa, como aprende sus conductas, y como aprende rápidamente, que si ellas están dentro, más alimento para él.




Espero que os haya gustado, un saludo y nos vemos en una próxima entrada.

domingo, 5 de enero de 2025

Volvemos a la Puebla de los infantes parte 1

Aviso!!! Esta entrada estaba destinada a publicarse entera, pero el formato de blogger no me lo ha permitido ya que no se permitan más de 2000 caracteres de texto.


Que pasa chavales, hoy traigo la historia de la primera excursión del año 2025, esta vez, para comenzar el año con mucha fuerza, (y frío), nos regresamos a las memorias del año 20,24 y tomamos la nostalgia por nuestra mano, acabando así en el coche a las ocho, para regresar al sendero del pantano del Bembézar en la Puebla de los infantes una vez más, mala decisión porque cuando llegamos nos acompañaba la maravillosa imagen de -1º bajo cero, el campo helado y yo medio resfriado, (que por cierto mientras escribo esto me estoy recuperando de un catarro gordo).



Paloma torcaz,(Columba palomus), justo al comienzo como el año pasado

Bueno, comenzamos el sendero desde el mismo lugar que el año pasado, todo estaba igual, la maleza y las plantas quizás más crecidas pero como hace ya un año no puedo demostrarlo aunque es obvio.

La espesa bruma que cubría el pantano era tremenda, parecía casi algodón pegado a las orillas, pero se fue disipando según fue saliendo el sol.

Hay unas construcciones abandonadas al comienzo del sendero, de las cuales el año pasado no hablé porque no sabía su procedencia, pues ya me he enterado de que se tratan de construcciones para realizar casas hoteles ilegales, para crear pequeñas urbanizaciones en las cuales la policía intervino y acabaron con las obras, actualmente, estas deshabitadas casas parecen escenarios de escenas de terror, solas y bacías, casi como un cementerio.


Torreta en el comienzo de la urbanización


¡¡¡¡Pantanooooooooooo!!!!

Pasamos por las curvas donde anteriormente, el año pasado concretamente, habíamos visto el sapo atropellado momificado, esta vez no había nada, pero en la carretera de entrada, antes de llegar a la puebla, si que habíamos visto un mamífero atropellado, un gato o una marta por su tamaño quizás.


La sierra nos ofrece su aire.


Fotito de las colinas llenas de árboles

Aquí empieza el terror, pasas de curvas cerradas, a un camino "sospechosamente tranquilo", en el que comienzas a delirar mientras pasas por granjas de vacas retintas y ovejas, y alternas de bosque de chopos, encinas, etc... a eucaliptos, de esas cosas que nunca entenderé de los humanos a la hora de alterar el paisaje ofrecido por la sierra.

Por si alguien aún no se ha percatado, la meta de esta carrera es el dichoso pantano!!!


Cada día me cuesta más distinguir la rapaces como este ratonero de aquí abajo, de las palomas domésticas que se avistan en los tejados, no me podréis negar, que algunos ejemplares parecen culturistas con una sobredosis de proteínas del tamaño que me llevan.


Ratonero común en un poste de la luz


Verdecillo,(Serinus serinus)

Aquí terminó, por fin, la cuesta arriba, ahora empieza la cuesta abajo, otra subida, otra rampa otra...

Por aquí se pasa por un conjunto de pequeñas casas, preparadas para aguantar las basta sierra, desde donde ya se ve perfectamente la cola del pantano.

Después de todo el lío que se estaba armando por las cuestas, llegamos al coloso, una cuesta tan alta y empinada que ni los habitantes de la zona saben como se ha formado.

Arriba se encuentra un pequeño trozo de civilización, de gente que como a nosotros nos gustan los contratiempos en el campo, y pos aquí se instalan.


Imagen del camino


Gorrión sobre las placas solares


Herrerillo común,(Cyanistes caeruleus)

Hasta aquí la primera parte chavales, nos vemos en la segunda.

viernes, 19 de abril de 2024

¿Seminario cerrado? ¡¡Guadalora abierto!!

Buenos días, hace una semana estuvimos planeando realizar una escapada a Hornachuelos para hacer la ruta del Seminario.
Bueno pues el sábado decidimos hacerlo, salimos temprano con el coche, rumbo a la sierra de Hornachuelos.

Cuando llegamos nos sorprendimos al ver que había tanta agua, las ultimas lluvias de semana santa habían conseguido llenar casi por completo el pantano.


Desgraciadamente cuando llegamos a la entrada del camino nos topamos con esto.


El camino estaba cerrado debido a los múltiples derrumbes de tierra que han habido en los últimos días y el camino estaba en obras.

Siendo sincero, me dolió mucho que la aventura se acabara en este punto.
Aunque no se tenía que terminar, como este sendero estaba cerrado, decidimos ir a otro lugar de la sierra que teníamos pensado como segunda opción.

El camino del Guadalora.

Antes de partir, fotografié un poco de la fauna autóctona.


Paloma torcaz.


Grupo de aviones comunes.

Llegamos al lugar y estaba todo muy tranquilo, no había nadie y la temperatura era espectacular. Comenzamos a andar por el sendero y lo primero que me percaté es que dentro, la temperatura descendió por lo menos 4 o 5 grados.


Lo mejor es que cuando llegamos a las orillas del riachuelo, ¡tenía agua!


Al fin he podido verlo lleno de agua, ya que en los paseos anteriores no tenía ni una gota. Los árboles tenían un brillo magnífico. Había muchísima vida alrededor del agua, incluso pudimos ver algunas ranas.


Curioso sendero, que mezcla un camino tupido y uno abierto, este posee imágenes impactantes, de grandes cuestas, caminos estrechos y gigantescas rocas y salientes que multitud de especies como los buitres y los Hirúndidos utilizan para anidar.

De hecho, durante todo el recorrido pude observar la mitad de las especies europeas de Hirúndidos: Golondrina común, Avión común, Vencejo común y pálido, algunos ejemplares de Avión roquero que estaban anidando en el peñón y los primeros ejemplares de Golondrina Dáurica de la zona.

Los únicos que faltaron fueron el Avión zapador (que en la zona es raro y muy escaso), el Vencejo real y las dos especies de vencejos culiblanco (Vencejo cafre y moro).

Curioso vídeo que logré captar de un par de ranas peleándose a las orillas del riachuelo.






El sendero parecía el bosque negro, de la saga del Señor de los Anillos.

No faltaron las rapaces de gran tamaño, cuando volvíamos de caminar, la temperatura ascendió mucho y los Buitres leonados aprovecharon esto para salir a buscar alimento.


Gigantes nobles, que vigilan cualquier movimiento.



Eso es todo por hoy camperos, espero que os gusten las imágenes y la historia.
Un saludo y hasta otra.