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miércoles, 30 de abril de 2025

La primavera la sangre altera, y quizás en exceso

 Esta historia comienza algunas semanas atrás, cuando la pareja de golondrinas que ocupaban el nido artificial número 1 del proyecto sacaban atareadamente a su primera pollada de este año.

Cinco pollitos fueron los elegidos, los cuales salieron sin ningún problema del nido y se marcharon.

Tras esto, las dejamos un tiempo a solas para reponerse y para terminar de sacar a los últimos, mientras, las lluvias por fin cesaron y el aire cálido de las fechas semi estivales inundó el pueblo y sus alrededores como es costumbre y trajo consigo, a parte de mis alergias el calorcito.

Aunque el ventorrillo suave aún es fresco, se nota por los caminos la presencia de aves como las carracas o los abejarucos que se dejan ver en masas.

Sin embargo, poco sabíamos nosotros que algo se estaba cocinando dentro de los nidos de golondrinas, algo que jamás esperábamos.

   

Esto ocurre hace una semana, cuando mi abuelo me hace llegar esta foto actualizando el estado de las cajas.

Tras ver las fotos y corroborar lo que estaba viendo, me puse a preguntar a mi abuelo, quién me dijo que no sabía que estaban haciendo las golosas con los nidos


El coco estaba muy cambiado con respecto a la primera puesta, pero el segundo nido del porche estaba irreconocible, casi llegado hasta el techo, cosa extraña ya que estaba desocupado. Y entre tanta maraña de pensamientos algo se me iluminó dentro, y una pregunta rozó mi mente.

¿Y si son golondrinas dáuricas?

No tenía sentido, dáuricas aquí??? Nunca las había visto antes por la zona donde está el coco, pero no podemos negar, que el paralelismo que había entre el segundo nido del porche y uno a medio construir por las dáuricas es innegable.

Así que nos dispusimos a ir.

Cuando llegamos hablé con mi abuelo, con quién fuimos al nido y ahí estaba, el nido más raro que había visto nunca. ver aquí como estaba el nido anteriormente

Dejamos la fototrampeo por varios días para comprobar que era, pero en ningún momento del día observamos dáuricas por la zona, tampoco comunes, quizás por el tiempo revuelto que teníamos, pero no había que rendirse.

Notamos también extraños excrementos debajo del nido, así como una nueva pareja de comunes aparecida en las cuadras.

Tras una semana y volviendo al lugar, bueno, digamos que una imagen vale más que mil palabras.

Efectivamente, se trataba de un parasitismo de nido por parte de una pareja de dáuricas que habían llegado al nido mientras la pareja de comunes del coco estaba descansando de la puesta, que por cierto, la localizamos más abajo entre el trigo junto con las comunes.

Pero aún hay más, el coco ha sido ocupado por otra pareja de la misma especie que las ha desplazado.

Esto ha sido una cosa bárbara, nunca había visto este comportamiento, y por fin tenemos nueva teoría. Quizás un grupo de dáuricas llegó a la zona y ocupó el nido abandonado tras que la pareja del coco lo soltara. Y ¿Cuál es la pareja nueva que ha llegado a las cuadras? Pues es la pareja de comunes del coco, que se ha visto desplazada por el grupo de invasoras anaranjadas, pero que de vez en cuando vuelven a dar por saco para echarlas, esto porque la construcción del coco también a avanzado y parece de otra pareja de las invasoras de rabadilla roja.

Por si alguien se lo pregunta, sí, las comunes del coco están a salvo, se encuentran en las cuadras, desde donde vigilan su antiguo territorio ocupado y les dan caña a las invasoras.

Debajo de este nuevo nido, encontramos excrementos parecidos a los de debajo del coco que sí se corresponden con los de golondrina común,  sin embargo como nunca he visto los de las dáuricas no puedo cerciorarme a decir que sean de ellas.

Y aquí fotos de las invasoras de rabadilla roja

Seguiremos informando, todo un hallazgo para el proyecto.

sábado, 29 de marzo de 2025

Caja nido n°1 del proyecto ocupada

Hoy, me enorgullece decir, que la primera caja nido del proyecto RED.Astigi, ha sido ocupada con éxito durante estas semanas y actualmente está siendo utilizada por la pareja de Golondrinas comunes que antaño la ocupaba, y que el año pasado usaron el nido de su derecha.

Hace unas semanas, mi abuelo me mandó una foto del nido que ocuparon el año pasado, al cuál le están metiendo barro para subirlo de altura, muy listas ellas, y yo pensé que sería nuestra pareja del coco que otra vez utilizaría ese otro nido, pero nop, me equivoqué, porque nuestra pareja a decidido reconstruir el coco, mientras que el otro nido a sido tomado por la pareja original que lo construyó.


Aunque, tengo que acercarme por la zona para comprobarlo mejor ya es un gran avanze, puesto que el año pasado muy pocas parejas volvieron, entre ellas la segunda aquí comentada.

Y como hoy ya hace unos días de esto, mi abuelo me mandó también esta foto.


Cinco hermosos huevos pigmentados, que si Dios quiere, se volverán hermosas golondrinas


También cerca del coco, en un naranjo, está la verderona ya ocupada con su camada, que nació hace unos días atrás y que están creciendo muy rápido.


Ojalá Martín esté también así.

Un saludo gente y nos vemos en una próxima entrada.

martes, 11 de marzo de 2025

La vida en la restauración de las gemelas 2° parte

 Bueno bueno bueno, tenía que haber parte dos evidentemente 😆😆

A ver a ver, resulta que los andamios los están comenzando a subir para arriba, y ya este día se observaba la punta de uno de ellos desde el patio donde yo realizo estas fotos. 

Estas entradas las escribo básicamente para apuntar y tener registro sobre como actúan y que tendencias tienen las aves del sitio, así me sirven a mí de apuntes para futuros estudios.


Lo primero que noto cuando llego, es el canto discretísimo del cernícalo vulgar que aviso ya que este día va a dar mucho acto de presencia. Como estamos cerca de la iglesia de Santa Cruz, las aves prácticamente en dos minutos, incluso menos, llegan volando de sitio en sitio, y no sé por qué a mí me daba que hoy estaba la cosa revuelta.

Llega el menda y crea una nueva lista de Ebird para apuntar, sin embargo, al final el conteo se me lió un poco. Rato después aparece el Águila calzada que ronda el pueblo, que ya ha salido aquí en varias ocasiones, y dio varias vueltas por la gemelas, pero ojo, altito, porque las cigüeñas seguían en la torre, luego ya tiró pá Santa Cruz.


El chavalín estaba hoy tela de cabrito porque la calzada no dejaba de pasar por un territorio que el tío considera suyo.

He notado que le ha dado últimamente por subirse a la parte alta de la cúpula de la torre derecha, quizás como han empezado a meter andamios, lo hace para tener una mejor vista de lo que hacen los humanos.



Águila calzada, (Hieraaetus peenatus)


Y sigue por aquí jijij


A la calzada le ha dado desde hace unos años, por utilizar los edificios altos como oteaderos de caza, dentro de las ciudades. Esta adaptación probablemente se debe a qué dentro de las ciudades no se encuentra con rapaces más grandes que les arrebaten las presas.

Pero sí se encuentra con el tío, quién sigue pegándole a la cabezona, haciendo lances desde su posadero, que es la veleta de la propia torre.


Ahí se le enciende la bombilla y recuerda el tamaño que tiene en comparación al bichaco que tiene encima, pero le importa tres pepinos.


Y ese mismo día, tres pálidos más, actualmente ya están acercándose a los nidos


Las cigüeñas este día siguen montando el nido, el macho fue dos veces a traer material para éste.

El intruso que apareció en la entrada anterior volvió éste día, sin embargo solo dió una vuelta volando a la torre, no se posó ni nada.


Aún a finales de Febrero pueden verse por aquí a los tizones, que nos dejarán dentro de poco

Luego, mientras el menda aquí presente hablaba con su conciencia, (con la que últimamente no hablo mucho), y en eso que veo al mismo vulgar, posándose en los árboles del paraíso que tiene el patio, justo encima de mí.


Había también dos o tres golondrinas comunes que volaban mirando el porche que tiene el patio. Se distraen con el vulgar un rato, pegándole en el lomo, para lograr echarlo, pero como siempre el tío se queda ahí, sin moverse.





Arriba a la derecha podéis ver a una de ellas después de lanzarse.


Después se cambia de sitio para evitarlas.




Luego me encontré con esta tortolita dentro del trastero, en unos hierros, que se fue volando y se asustó, no os imagináis lo que me costó pillarla para devolverla al nido.


También me acompañaba este verdecillo que curioseaba

Y así acabó la mañana, espero que os haya gustado.
Un saludo camperos y nos vemos en una próxima entrada.

viernes, 31 de enero de 2025

Ya están aquí las oscuras golondrinas

Oye, que me dicen el otro día que van a restaurar las torres gemelas...

Ola a todos camperos, ¿cómo va la cosa?, hace unos días como habéis leído hace dos segundos, anunciaron por tele Écija comarca que ya se está comenzando las obras para restaurar las torres gemelas, y entre el mucho palabrerío, yo lo que estaba esperando, era ver si decían algo sobre las aves que la habitan, ya que hace algún tiempo, avisé a mis amigos de GREFA por el tema del grupo de primillas que se encuentra en la torre, por suerte, si que lo mencionaron, y también contaron los añadidos que se le iban a hacer por está especie, pero, una de las cosas que han tenido que hacer para poder comenzarlas, ha sido tirar el nido de cigüeñas de más de 1000 kg de peso que tenía la torre derecha, así que el domingo, mientras hacía un día de perros, me dispuse a hacer un pequeño rato de pajareo por la zona, sobretodo para ver cómo estaban las cigüeñas y aver también que se veía por el lugar, nunca se sabe.


Pues, mira que gracioso, que los supuestos ocupas aquí, no van a ser las cigüeñas sino nosotros, porque cuando llegamos, la pareja ahora sin nido, se mantenía unida, posada en el mismo lugar donde antes estaba su nido en aparente signo de desprecio a los que andamos por la calle, con la cabeza baja 

Una vez entro en el patio, decido hacer el menor ruido posible para ver qué se encuentra en el lugar, y un cuerno poco ruido!! porque cuando abrí la puerta metió un chirrido de narices y todo lo que había por el suelo se fue volando.

Aunque, al cabo de un rato volvieron, todas las lavanderas, gorriones y tórtolas que había en ese momento.

Un vulgar aparece en la torre, me ve llegar y se escapa de mi objetivo.


Lavandera blanca


Curruca capirotada


Otra lavandera, esta vez en un árbol

Pasa un rato sin nada fuera de lo común, comienzo a ver cómo las cigüeñas se acicalan, una de ellas, pega un salto y baja al cuerpo bajo de la torre, y se pone a recolectar pequeñas ramitas y plumas que han quedado tras la retirada del nido, los levanta con cuidado y los lleva al lugar donde estaba el nido, suavemente los recoloca, después sale a por más.


Cigüeña cogiendo materiales

Conclusión, les chupa tres pepinos la retirada porque se nota que van a montar uno nuevo.


Colirrojo tizón

Un rato después, aparece una golondrina común volando, si ya parece que han comenzado a regresar de la invernada en África, tras unos vuelos se esfuma, y por desgracia no logro atinarle.

Más tarde, aparece por las ramas caídas este pequeño mosquitero común, rondando el lugar en busca de moscas y típulas.

Se para en frente, vuelve a esconderse, sigue volando, se posa y al final se va.

Volvió un par de veces durante la velada.


Mosquitero común



Mosquis un mosqui

Para finalizar el conteo, y darme la despedida, a la torre volvió el vulgar anteriormente mencionado, y se posó en la veleta en forma de cruz a hacer lo que más le gusta.

Primero, un toque en la espalda de una paloma, dejando en claro su territorio y echando a las cuatro o cinco que había.

Luego vuela hacia una antena, donde le mete un placaje a dos gorriones mientras sigue chillando, y por último, se asienta en una de sus repisas mientras le grita a los estorninos que le molestan.

Para bajarle los humos, decido piar imitando su canto,  más que nada por dar un poco por saco, y el bicho se me quedó mirando con un careto que no se me olvidará en la vida 


Le está a costando posarse por el aire


Terminó ahí plantado mientras la lluvia continuaba.


Para acabar de rematar, un grupito de aviones comunes comenzaron a sobrevolar la iglesia, con un sprint me salí corriendo de debajo del árbol en el que estaba metido y mientras la llovizna caía les eché dos o tres fotos, tuve suerte ya que justo en ese momento dos golondrinas más salieron a relucirse entre los aviones, más cortos y rechonchos.




Y siguió mojándose el vulgar.

Un saludo y hasta otra.