sábado, 27 de enero de 2024

Excursión a la puebla de los infantes 1ºParte

Aviso: esta historia es bastante larga, por lo que la resumiré en dos publicaciones. Gracias.

 Mi día empezó a las 7:00, comenzamos a desayunar y a prepararnos tempranos para estar allí sobre las diez o las nueve. El camino hasta allí es bastante largo.

Comenzamos el camino de ida con el coche, tardamos algo menos de una hora. Casi nos perdemos en una rotonda pero al final encontramos el camino correcto.

Cuando llegamos allí, hacía bastante frío, la verdad es que en ese momento lo de "temperaturas de primavera" se notó bastante poco.

                       

El lugar donde aparcamos era un llano bastante grande con arbolado disperso y una gran montaña por escalar nos cerraba el paso.



Comenzamos a caminar, el sendero tenía una 15km de recorrido y la mitad de este era cuesta arriba.
Estábamos rodeados de Colirrojos, Herrerillos, Carboneros y Pardillos, los cuales saltaban de árbol en árbol.


Paloma torcaz (columba palumus)

El camino iba alternando entre un tipo de arbolado y otro, pasabas de una pequeña hilera de olivos a un arbolado disperso, alcornoques y almendros bravíos.


Había una humedad impresionante.


(Copriopsis lagopus) También conocido como
Hongo pie de liebre.

Me parece extraño encontrar esta especie ahora debido a que normalmente solo se encuentra
en otoño y verano.

Continuamos andando y me fijé, que en uno de los bordes de la carretera había unas plumas negras esparcidas por allí, resultaron ser de una Abubilla, aunque no se si fue atropellada o si se estaba peleando cuando cayeron allí. Cerca no había ningún pájaro atropelladlo así que probablemente se estaba peleando cuando se le cayeron.  

En total fueron cinco rémiges, ósea plumas de la cola, probablemente de un adulto.


Pasando por el camino vimos que estábamos en alto, había un pequeño precipicio debajo, me asomé y me fijé que no era un precipicio sino un puente.


Continuando con el camino, seguimos subiendo y subiendo, al llegar a una curva nos percatamos de algo que no encajaba, en medio de la curva estaba este gran sapo atropellado, que por el estado en el que estaba llevaba ya un buen tiempo allí. 

Los sapos aunque la gente no lo sepa, viven en la tierra y no en el agua. Cuando se reproducen, se trasladan al agua, donde tienen que desovar, y después tiene que volver a la tierra y en ese momento cruzan por estas carreteras que, aunque poco transitadas son carreteras, y son atropellados. 

                             

 Proseguimos la caminata y ¡por fin, el pantano! Aunque no habíamos hecho ni 6km en ese momento ya se divisaba a lo lejos, aunque todavía nos quedaba un buen trecho.



                                              
                                   Por aquí estábamos caminando. 

Eso es todo por esta parte camperos, esperad a la segunda que no tarda nada. Un saludo.
                             

                            

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