miércoles, 26 de noviembre de 2025

Mal momento para las tórtolas

 Es un otoño frío, el temporal y las danas se han establecido al fin en el país y algo ha andado pululando por los campos, una plaga silenciosa que se extiende entre las aves y que las está infectando. 

¿Qué pasa chavales cómo va todo? Es una plaga la que se ha extendido en estas últimas semanas por el camino del merendero, y que hasta el momento sólo ha afectado a las tórtolas turcas, y por suerte no hemos encontrado otros seres en el mismo estado. Debido a la sobrepoblación que se acumula en la zona, son las más afectadas. No sabemos que es, quizás Paramixovirus, un virus común cuya cepa 1 afecta a las aves, provoca la enfermedad de newcastle (APMV-1) o la paramixovirois de las palomas (PPMV-1), de fácil recuperación en cautividad pero mortal en la naturaleza, o incluso la famosa y ahora muy sonada gripe aviar, la cual afecta a todas las especies de aves, y algunas de sus cepas incluso a nosotros. 


Solo sabemos que el miedo se ha instaurado en el camino, las tórtolas se concentran solo al inicio del camino, y huyen despavoridas cada vez que alguien pasa por allí, además el primo Alberto se ha ido, ha desaparecido del lugar, probablemente por las fechas y por precaución.

Ahora la incertidumbre será la que marque el futuro de la plaga, y de sus afectadas.

Lo único que podemos sacar de conclusión, es que la naturaleza no es tonta, y sabe perfectamente como controlar las poblaciones desaforadas.


El Raposo ya se ha hecho cargo de los cadáveres de las presas afectadas, que yacen en el húmedo suelo, y que se descompondrán.


Aquellas que están enfermas, solo podemos esperar que no sufran demasiado.

Algunas recomendaciones en el caso de que encontréis estas aves en dicho estado, sea en el casco urbano o en la naturaleza, lo mejor es no tocarlos, dejadlos y si veis un caso muy concreto, llamad a las autoridades para que ellos se encarguen. No intentéis actuar por vosotros porque la podéis liar, y va en serio.

Entramos en un momento de incertidumbre microbiana por culpa de la "alarma" lanzada por la gripe aviar, pero nunca hay que fiarse.


Algo está sucediendo en este lugar, algo más que está detrás de estos textos y que se está apoderando de ellas, la situación no es alegre pero es natural, y no podemos hacer nada para ayudarlas. Esperemos que mejore.

martes, 25 de noviembre de 2025

Esto es decepcionante

 Esto es lo que hacemos en Écija cuando se nos ponen las cosas fácil. Esto es lo que hacemos cuando queremos demostrar el uso de nuestra ignorancia en su estado puro. Robar dos de los contenedores de nuevo, y para limpiar "mis nuevos contenedores" tiro la basura al lado del camino, si de todas formas, la naturaleza la degrada.

La naturaleza degrada lo que es de la naturaleza, no lo que personas sin sentido de razón arrojan en ella, eso da una imagen pésima del lugar, y por tanto, de nosotros como habitantes.



jueves, 20 de noviembre de 2025

En los caminos, versión invierno

Una vez más, como es ya costumbre, nos lanzamos a los caminos a disfrutar del frío que se ha dejado venir estos días y a probar a ver qué es lo que se ve.

¿Qué pasa chavales, cómo va todo? El mes de noviembre, siendo el segundo del otoño, es quizás en el que el tiempo está más revuelto, y esto tras, aparte de jaquecas para algunos, nuevas oportunidades para los que estamos muy picados por ver que vemos por los caminos que ya hemos recorrido trescientas veces, y que aún no defraudan.

La frontera es la que nosotros nos pongamos, y hay que intentar que sean amplias siempre.



Ha estado lloviendo mucho últimamente, y tras unas cuantas semanas, la fecha por fin se hace de notar trayendo una dana extremadamente fresca que se nos ha impuesto. Así que para aprovechar esto, hoy vamos a hacer un repaso de lo que hemos visto estos días.

Los campos están cambiando por fin, del árido y seco color amarillo que deja el verano como rastro, y están empezando a nacer los nuevos tallos que revivirán a las plantas antes marchitas.

Lo que más se puede ver, pequeñas paseriformes que caminan y saltan de un lado a otro mientras caminas, alegran la mañana bastante, entre las que se dejan fotografiar estaba esta hembra de Colirrojo tizón, cuya presencia se debe al constante reclamo que les hago, para ver si alguno pica, pues esta picó, y se quedó por un rato ahí.



Colirrojo tizón cantando

Los árboles, tras muchos meses de vestir de verde, se les han caídos todas las hojas del vestido y nuevamente lucen casi despojados de aquellas que ahora se han marchitado. 


Entre las recién llegadas a los áridos campos aún en espiga, se ven ya las Tarabillas comunes, los Buitrones, los Papamoscas cerrojillos y los Carboneros.

Otras especies que se salen muchas veces de nuestra percepción son los insectos, que tras la fresca y húmeda noche, salen al sol a recargar su baterías y a alimentarse, algunos grandes y otros pequeños, pero ninguno escapa de los depredadores que los acechan, algunos más familiares de lo que creéis.


Mantis religiosa verde

Otras especies nuevas pero conocidas, los Milanos reales abundan en nuestros campos, se les ve ansiosos mientras vuelan tratando de llevarse algo a la boca. El frío hace que las especies se vuelvan más agresivas y pasen más hambre porque las presas huyen y escasean.


Milano real, (Milvus milvus)


Este ejemplar en concreto acababa de tener una pequeña disputa con un Ratonero común que acababa de cazar una Tórtola




Aquí el susodicho, un Ratonero común algo paliducho, con toques blancos en su plumaje. Sorprende verlo por aquí porque los ejemplares de la zona son casi en su totalidad oscuros.



Y para acabar, algunos intentos más de fotografiar Buitrones


Eso has sido todo por hoy camperos, un saludo y nos vemos en una próxima entrada.

sábado, 15 de noviembre de 2025

No te puedes fiar de nadie

 Justo cuando uno pensaba que la situación, con respecto al tema de la basura en los caminos ecijanos estaba ya por fin mejorando te topas con lo inimaginable.

Al final del merendero, alguien, cuyo entendimiento será, o muy básico o muy burro, se ha encargado de ser el primero en darse a conocer por sus no grandes hazañas y se ha llevado los cuatro contenedores que allí estaban, probablemente para sí, o para vender, ojo esto último todo especulación.

Algunas veces creo que cada día uno tiene más razón sobre que no se de en de poner las cosas fáciles porque siempre llega alguien a intentar romper esa armonía con tal de molestar y darse a debatir, aunque sea a la mala. Estas cosas no se hacen, y si las piensas hacer, sería mejor que te retractases, pero claro, como no hay castigo para el culpable, así nos va, porque "solo son unos contenedores", sí, y mañana a lo mejor son cuatro más, y a la semana siguiente más, y así hasta que no se ponga uno serio con el tema.

El pasado día descubrimos que se han llevado otros cuatro, pero solo aquellos cercanos a las carreteras, el resto siguen ahí.

Cómo siempre digo, el karma actúa y llega, no hay más que podamos hacer más que decirlo aquí para dar el ejemplo de lo que no debemos hacer.

Esperemos que el ladrón aparezca, o mínimo se digne a dar la cara.


Un saludo a todos y nos vemos en una próxima entrada.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Un pajarillo singularmente curioso, una foto singularmente difícil

 Esto que veis en pantalla es un Zarcero bereber, un visitante estival de los campos andaluces que se vuelve difícil de observar y fotografiar por su delicado mapeo de cría, localizándose sobre todo en Almería.

El bereber se parece mucho a un mosquitero, más largo y esbelto y con hábitos estivales, su cabeza presenta un perfil afilado debido a su frente aplanada y a su pico largo y fino. Posee el dorso gris parduzco uniforme, la zona ventral pálida y el obispillo verde parduzco con ligeros tintes grisáceos.

Este ejemplar se dejó observar por aquellos calurosos días de finales de junio, cuando anillábamos la última tanda de primillas en el primillar.


Espero que os gusten las fotos. No tardaré mucho en publicar más seguido, ya que he estado liado, así que estoy trayendo entradas cortas sobre temas variados para que no se aburra nadie aquí. Un saludo camperos y hasta otra entrada.

sábado, 1 de noviembre de 2025

El mirlo sobre el tejado

Recuerdo cuando era niño, comenzar desde muy chico con la afición de la ornitología de terraza como yo la llamo, ver a las aves volar era lo único que tenía, ya que hasta muchos años después no obtuve mi primera cámara. Pero mi mundo en aquel entonces se basaba exclusivamente en eso, observar, y aprender que eran esos seres que a mí edad aun conocía como "pipi". Pero algo peculiar fue lo que me llevó a lo que hoy conocemos, y todo comenzó con un simple vistazo a un pájaro negro, que había sobre mi terraza.

Un pájaro que no saltaba como el resto de "pipis" que acostumbraba a ver, y que mi madre trataba de explicarme que se llamaban gorriones, este saltaba y corría con unas patas grises mu' largas y esbeltas, y que tenía una cola muy larga, y un pico anaranjado como una piel de naranja, valga la redundancia, Ahí en ese resquicio de pueblo, descubrí otras como esa, más achatadas y menos voluminosas, pero esta en concreto me fascinó.

De repente, descubrí que había más, muchos de hecho, y que tenían un canto mágico que enamoraba a cualquiera que lo escuchaba, mientras yo me quedaba boquiabierto deleitándome con su brillo.

Una mañana, mientras mi madre andaba en sus clases de inglés, mi abuela y yo nos paseábamos por el parque Lourdes mientras esperábamos, cuando sin venir a cuento descubrí que en ese lugar había más de esas aves. Al verme fascinado, mi abuela me acompañó a buscarlos, mientras saltaban de rama en rama, y me contaba cosas sobre ellos ¿Los conocía?, claro que los conocía, cualquiera los conocía pero para mí pequeño cerebro eso era muy raro. Se llamaban Mirlos, Mir-los, ¡MIRLOS!

Todos los días, cada vez que mi madre se iba a sus clases de inglés, mi abuela y yo paseábamos por el parque buscando más, ya para ese entonces ya sabía su nombre mirlo, mir, lo, mir... Mirlo, lo repetía constantemente hasta que se me quedó en esa cabecita pensante de seis años.

Ahora, ya no solo mi abuela los buscaba conmigo, mi madre también se unía a nosotros en la búsqueda después de salir de sus clases, búsqueda que también ocurrió en los recreos de mi colegio, en el parque San Pablo, a cualquier lugar que fuese los buscaba, y lo raro era que los encontraba sin mucho esfuerzo, se volvió así la guerra pajaril, de mis hobbies favoritos de aquellas tardes en las que 1° de bachillerato quedaba todavía muy lejos. 

Eran, (y siguen siendo) un bichito muy escurridizo, a eso añádele la habilidad divina de correr, nunca se acercaron a mí, mas una vez, iba junto a mi madre a un colegio cercano, para impartir unas clases de no me acuerdo que cosa, cuando en la cerca del colegio, por primera vez, tuve a dos mirlos justo delante de mí, a pocos metros de distancia. Ese día quedé fascinado.

Desde ese día comenzaron a gustarme más, mucho más, me encantaba oírlos cantar y mi abuela, sabiendo todo, me contaba cosas sobre esta y muchas más aves, mientras me cortaba rodajas de salchichón con pan de molde en su casa.

Ya para ese momento, ya había encontrado algún nido, ya había encontrado restos de sus huevos y me había encariñado con ellos. Todo gracias a mi madre y mi abuela.

Ahora es 1 de noviembre.

Ahora han pasado ya 10 años, y a pesar de todo, aún a día de hoy, sigo mirando con la misma fascinación con la que miraba hace nueve años a los mirlos cantar en los tejados.

Ahora, ya no solo busco Mirlos, busco muchos más bichos, he anillado primillas, he mirado a los búhos chicos, he criado un verderón y estoy cumpliendo mis sueños, pero el precio de la vida es alto, y mucho de mi "época de gloria" no ha podido ser disfrutado por aquella persona que cortaba rodajas de salchichón a mi lado, y que me aguantó, tanto mis berrinches, y que siempre estuvo ahí.

Y a pesar de todo, todo lo que me ha pasado, y de como nunca nos despedimos del todo, sé de buena mano, que esté donde esté, ella estaría orgullosa de todo lo que he construido. No sé si puedes leer esto, no sé si puedes escucharme, pero se que siempre me quiso. Por esto y por mucho más, gracias a tí abuela, por todo y por más, y te deseo lo mejor en la próxima vida, porque una mujer así, ya tiene el sitio ganado.

Que los Mirlos canten siempre ante tu presencia, igual que yo lo hago ante la suya, para que al volar, te manden desde aquí los abrazos que no terminé de darte.

Adiós abuela ❤️