domingo, 31 de agosto de 2025

Palomas torcaces de turismo

 Resulta satisfactorio llevarse sorpresas cuando uno sale de pajareo por el pueblo, ya que aunque la fauna local sea casi en cualquier época del año la misma, no sé encuentra fuera del rango de rarezas que uno puede llegar a esperar.

Tras tres años de observación minuciosa de los parques y jardines ecijanos, uno se da cuenta de muchas cosas, pero uno de los casos que siempre me llama la atención son las palomas torcaces.

Resulta y resalta que estos bichos de gran tamaño son palomas "campestres", es decir que guardan cierta relación en sangre con sus parientes más urbanizados como las palomas domésticas, solo que a estas les falta esa chispa y picardía que el resto posee para invadir y ocupar nuevos territorios.

No es de extrañar ya ver palomas comunes en las ciudades, al contrario, se han vuelto una plaga que azota severamente el patrimonio de los lugares donde habitan, sin embargo, desde hace unos seis años aprox. se comenzó la notificación de palomas torcaces en los parques y jardines de algunos lugares dispersos por las provincias de Córdoba y Sevilla, y más tarde, en el 2023 se notificó la existencia de palomas de esta clase criando con éxito dentro de los parques San Pablo y Lourdes, así como en la corta del río y el Merendero.

La veda de torcaces es una mala época, un mes en el que tanto ellas como sus congéneres, las europeas, están en severo peligro de ser cazadas por los humanos que tratan de trincar las para hacer caldo al pichón.

Por esto, las torcaces, más listas que el hambre se movilizaron hacia el interior de las ciudades, ya que son lugares a donde los cazadores armados con escopeta no llegan, de ahí su expansión.


Hoy hemos podido capturar este ejemplar en fotografías, para que la aprecien bien.


A pesar de ser palomas son mucho más limpias que el resto de palomas domésticas, anidan solo en complejos arbolados, y su alimentación hace que solo se limiten a zonas con esa disponibilidad por lo que el riesgo de una nueva invasión queda bastante lejos, además desplazan a las palomas comunes.

Y así como ellas se adaptarían tarde o temprano, la naturaleza siempre sabia, dotó a sus mejores cazadores para que estos aprendiesen las conductas de estas aves, y entraran a las ciudades a mantenerlas a raya.

Es el caso del Águila calzada, un águila de mediano tamaño, que desde el año 2023 comenzó a adentrarse en las inmensidades del pueblo para dar caza furtiva a aquellas que se alejaron de sus antiguos puestos de vigilia matutinos.

Y así hasta el día de hoy, donde se ha dejado fotografiar mientras justo, consumía una turca bajo sus tupidas patas, a la sombra de un viejo pino seco.




Un hecho que deja mucho de lo que hablar, como un cazador se adapta a su presa, como aprende sus conductas, y como aprende rápidamente, que si ellas están dentro, más alimento para él.




Espero que os haya gustado, un saludo y nos vemos en una próxima entrada.

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