jueves, 20 de febrero de 2025

Misión nocturnas

Dicen por ahí un dicho que marca, al mes de febrero como "febrerillo el loco",¿Por qué?, pues porque al clima se le va un poco la pinza en este mes, y por ello se te pueden plantar días perfectos donde la temperatura da hasta para quitarse la sudadera y al día siguiente amanecer lloviendo.

Es por eso que, aprovechando los días tan buenos que se nos han venido últimamente nos hemos dado a la tarea de salir a andar más a menudo, porque hay que bajar los kilos ganados y para el despeje personal.

Bueno, a lo que voy que si no podría estar hablando aquí tres horas seguidas.

Resulta, que hace un tiempo se comenzó a hablar por ahí que se había visto un ejemplar de búho chico rondando la zona que abarca la parte de la corta del río y el merendero, así que en una de las salidas temprano con mi madre, nos dispusimos a buscarlo, tal fue nuestra suerte que lo encontramos, y ahora se ha vuelto recurrente para nosotros verlo, así que el otro día, les propuse a mis padres salir cuando ya esté anocheciendo para verlo salir a su ronda de caza.

Cabe recalcar, que el animalillo, tiene sus árboles favoritos en todo este territorio, los cuales ya los tenemos, como se suele decir, "picholados", pero no revelaré la ubicación exacta para evitar que lo molesten, es un ave que merece la pena mantener aquí.


Dos tórtolas durmiendo en uno de sus posaderos


Un almendro ya en flor


Otro de los pinos donde buscamos

Bueno, pues salimos a las seis y ocho más o menos, íbamos a menos de 10 minutos el kilómetro, para llegar allí cuando el sol todavía no se había escondido, esto para poder localizarlo, no es tarea fácil, porque se camufla muy bien con el entorno y la poca luz hace que sea muy complicado.

Estuvimos dando vueltas por ahí un buen rato, mirando cada posadero encontrado, si embargo, no logramos localizarlo ni a la ida ni a la vuelta, suponte tú la movida.

Estuvimos parados mirando un mismo árbol por 5 minutos hasta que nos dimos cuenta de que no había búho, solo tórtolas, lo que significa que el bicho no estaba por ahí y dimos la jornada por concluida.

Sin embargo, no toda la jornada fue un fracaso, ya que cuando veníamos de vuelta, en plena carretera noté algo que salió volando de una de las farolas, algo rechoncho y con las alas cortitas, y sí, efectivamente es lo que estáis pensando, un mochuelillo en su ronda de caza.







Mochuelo Europeo, (Athene noctua)

Se quedó quieto allí, mientras lo observábamos y varios coches pasaban por debajo de él, hasta que a los cinco minutos se marchó volando, perdiéndose entre la penumbra.

Un saludo chavales, a aprovechar el buen tiempo y las temperaturas antes de que se vuelvan insoportables, nos vemos en una próxima entrada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario